Inmersa en demasiadas preocupaciones y obligaciones del día a día, decidí comenzar un diario personal. Todos hemos escuchado que cuando sentimos agobio ante las situaciones lo mejor es expresarnos, pero ¿Dónde podemos organizar todo aquello que explota en un sinfín de recuerdos existentes e inexistentes en nuestra mente? En un diario personal.
Cuando no sepas cómo comenzar a hablar con alguien más, habla contigo mismo. Será algo personal, donde verterás todo aquello que no sabes donde puede ir. Tu diario no tiene que tener pies o cabeza; comienza a escribir, a dibujar, a pintar por la parte que quieras, en el proceso sabrás hacia donde ir después, y si estás terminando y sigue sin tener sentido, hay historias donde tienes que leer el libro completo para entender su significado; quizás deberás seguir expresándote para completar aquello que quieres y te quieres decir.
No esperes a sentir que te ahogas para tener un diario personal, anota tus triunfos, tus dudas, tus tristezas, las insignificancias de la vida donde encuentras felicidad.
